Para aprender Mindfulness es necesario adquirir habilidades que te ayudarán a identificar las emociones que a veces surgen y son difíciles de manejar. Por ejemplo, usted puede transformar el enojo a ternura y compasión. Lidiar con sus sentimientos de inseguridad, indignación, autocrítica severa, hostilidad hacia uno mismo y nutrir su corazón con amor.
También acostumbro a usar “mindfulness-conciencia plena” con la intención de enseñarles a vivir en el presente y no en la mente que viaja a velocidad inimaginable, viviendo híper estresados, siempre distraídos de nuestra realidad.
Existe también la posibilidad de dirigirnos a los sentimientos de vergüenza, miedos, y culpas para vivir en estado de equilibrio interior. A través del mindfulness, cultivamos emociones positivas, aceptación de uno mismo sin juzgar e identificar sus pensamientos.
Con estas prácticas verán con mejor claridad la realidad, ampliarán su vista reconociendo las inmensas posibilidades de resolución a sus problemas que antes no contemplaban y vivirán con mayor felicidad y serenidad. Gradualmente, se sentirán más fuertes sin necesidad de aceptar las historias que se hayan dicho a sí mismos sobre “no ser suficientemente buenos” o “defectuosos por naturaleza”. Podrán experimentar la conciencia amorosa de lo que realmente son.